Thomas Kole (Amersfoort, Paises Bajos 1995) nunca ha estado en México, pero eso no le ha imposibilitado soñar con recrear una ciudad tan mítica como Tenochtitlan en 1518, cuando la ciudad era la capital de un imperio que gobernaba sobre más de cinco millones de almas y albergaba a 200.000 personas. ¿Una ciudad erigida sobre un lago? ¿Una ciudad que pasó a convertirse en su época en una de las más grandes del mundo?
Es fácil imaginar a este joven artista holandés soñando con algo tan grandioso como la capital del imperio azteca, pero lo que ya no resulta tan sencillo es imaginarle devolviéndola a la vida. Sin embargo, esto es lo que ha conseguido sin hablar ni una palabra de español, sin haber puesto un pie en el país, pero sumando horas de trabajo frente al ordenador, mirando Google maps y utilizando softwares de código abierto. Un año y medio de trabajo basándose en fuentes históricas y arqueológicas, utilizando la información de especialistas a los que consultó, fotografías, vídeos…
"Me desconcertaba. Entonces, comencé a leer de manera constante y a profundizar en el tema. Sin embargo, no podía encontrar imágenes que saciaran mi curiosidad sobre cómo se vería exactamente la gran Tenochtitlan en ese punto de la historia. Aunque existen pinturas famosas y mapas detallados que ofrecen un contexto interesante, carecen de naturalismo y no se asemejan a imágenes realistas. Por lo tanto, aún quedaba mucho a la imaginación. Fue así como nació este proyecto, impulsado por el deseo de satisfacer mi curiosidad”
Benditas sean las personas que tratan de saciar su curiosidad, gracias a eso la humanidad cuenta con los mayores logros y las más maravillosas creaciones. El trabajo de Kole es espectacular. No sólo podemos contemplar la antigua ciudad de Tenochtitlan, también los lagos, los volcanes, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, la calzada de Tlacopan, las edificaciones (residenciales y monumentales) como el Templo Mayor o el palacio del tlatoani Motecuhzoma Xocoyotzin, así como el recinto sagrado de Tlatelolco.
“El mundo era muy diferente hace 500 años. Conforme avanzas, trata de imaginar el aroma del aire salado y el chile ahumado. Escucha el sonido de la lengua náhuatl y de las canoas en los canales; percibe el canto de las aves desde los árboles, siente el calor del sol sobre tu piel. A tu alrededor, las personas se atavían con prendas de algodón. Trabajan en los campos, cocinan, comercian y ejercen sus oficios a la sombra de árboles y toldos”.
Podemos llegar a sentir, oler, y escuchar… Tan sólo hay que visitar la web donde ha volcado todo ese ingente trabajo y a la que ha bautizado como Retrato de Tenochtitlan. Una web en inglés, español y náhuatl que brinda un paseo excepcional por aquella ciudad que hace quinientos años era tan impresionante como soñaba Thomas Kole que era. Como lo es la imagen que abre esta entrada: la reconstrucción 3D de Tenochtitlan.
(Entrevista: Revista Wired. Ana Lagos. Cultura digital/septiembre 2023)
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