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Kathleen Martínez, arqueóloga dominicana, tras las pistas de Cleopatra

Imagen: Gabriel Osorio


Según estimaciones oficiales realizadas en el año 2022 solamente se conocen alrededor de un 20 % de los monumentos, tumbas, palacios, templos o estatuas que en su día deslumbraron en Egipto. Descubrir parte de esas construcciones es el empeño de todas las misiones arqueológicas que año tras año acuden al país. Uno de esos hallazgos que todavía no se han hecho y con el que sueñan todos los egiptólogos es la tumba de Cleopatra que, aunque para algunos estaría en la antigua ciudad de Alejandría (hoy gran parte sumergida bajo el agua), lo cierto es que las últimas campañas de excavaciones han confirmado que se encuentra en la ciudad de Taposiris Magna (a unos 30 kilómetros de Alejandría).

Y la responsable de este hallazgo podría ser la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez (Santo Domingo, 1960) que lleva veinte años estudiando y excavando en Egipto financiándose ella misma la misión. Su pasión no ha pasado desapercibida ni siquiera para Zahi Hawas (exministro de antigüedades de Egipto) que ha reconocido la importancia de sus descubrimientos (el último un pasadizo excavado en la roca a unos trece metros de profundidad) aunque no se muestra tan entusiasmado con la teoría de la dominicana: él sigue siendo de los que creen que está bajo las aguas del Mediterráneo. Una tumba que “ella misma ordenó construir junto a su palacio y que ahora mismo se encuentra debajo del agua”.

La osadía de esta mujer le lleva incluso a afirmar: “Llevan más de 200 años buscándola y no ha aparecido porque la han estado buscado en el lugar equivocado”. Porque ella cree que los túneles que está encontrando en Taposiris la conectan con el mar, túneles de 1.305 metros de largo y a 25 metros de profundidad, que pasan por debajo de la carretera que conecta Alejandría con Libia y pueden conectar el templo con otro de grandes dimensiones.

¿Quién llevará razón? Igual tenemos que esperar poco tiempo para salir de dudas. Y de ser cierta la corazonada de esta mujer el logro como ella misma dice, “Los latinos tenemos mucho que ofrecer, pero no hemos tenido la oportunidad”, zanja. “A veces siento que no me rindo para ser quien le abra la puerta a los que vienen detrás. No me voy a cansar hasta colocarnos en el mapa de la arqueología del mundo”. ¡Suerte Kathleen!


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