Hasta el 20 de agosto en Fundación La Caixa (Madrid) hay oportunidad de ver la exposición Dioses, magos y sabios. Las colecciones privadas de los artistas, que muestra un diálogo entre algunas de las obras de los artistas que componen la exposición, y piezas que ellos han ido coleccionando a lo largo del tiempo. Rosa Amorós, Miquel Barceló, Georg Baselitz, Luis Feito, Joan Hernández Pijuan, Manolo Millares, Joan Miró, Susana Solano, Hiroshi Sugimoto y Antoni Tàpies nos ofrecen la oportunidad de contemplar más allá de su arte lo queles emociona.
Las comisarias, Àngels de la Mota y Maite Borràs, iniciaron este complejo trabajo en 2020 y han tenido la oportunidad de ir casa por casa y taller por taller conociendo a los artistas a la vez que les pedían prestadas las piezas. En el caso de Luis Feito, Joan Miró o Manolo Millares, ya fallecidos, los encargados de ceder los objetos han sido los herederos. Es una oportunidad única de conocer sus gustos y, en algún caso, también su obsesión. Pero sobre todo es una exposición en la que vemos cómo y dónde estos grandes pintores contemporáneos han encontrado inspiración. Piezas precolombinas, aborígenes australianas, asiáticas (chinas y japonesas), y también piezas prehispánicas canarias como las que inspiran a Manuel Millares. Piezas adquiridas de diversas maneras con las que compartían estudio y vida.
Imagen: Fundación La Caixa
La exposición comienza con Rosa Amorós, suinstalación está organizada en tres niveles a modo de estratigrafía arqueológica en la que se mezclan obras africanas con supuestas piezas precolombinas procedentes, según rotulación, de Valdivia (Ecuador), Isla de Sacrificios (México) o Guatemala. Si seguimos el recorrido, a nuestra derecha, es el turno de Antoni Tàpies y su interés por el arte asiático, en concreto por su escritura, hay varias caligrafías japonesas en kakemonos (soportes de papel o seda que cuelgan, en vertical, de la pared). Joan Miró encuentra su inspiración en las muñecas kachinas del Suroeste norteamericano, por ejemplo, para los personajes de su espectáculo Mori el Merma.
Joan Hernández Pijuan, en cambio, se decanta por obras aborígenes australianas, africanas y oceánicas, como flechas, arcos, escudos o estelas que guardan mucha similitud con su obra. La exposición continúa con Manolo Millares y comprobamos la estrecha relación que existe entre su obra y su colección: un homenaje a la cultura guanche, en concreto a los sudarios que coleccionaba. Hay una estera rectangular así como un impactante cráneo humano con restos de envoltura funeraria.
Cuando la muestra llega a Luis Feito una frase suya enmarca, en lo alto de la pared, su colección: "No soy un coleccionista, soy un acaparador", y buena prueba de ello son los objetos comprados por todo el mundo: un Buda sedente con collares de coral, lapislázuli y turquesa que preside su espacio, una impresionante colección de muñecas kachinas (11 en total), sellos (China?) y unos preciosos pinceles de diversos tamaños (Japón?).
Imagen: Fundación La Caixa
Hiroshi Sugimoto, Miquel Barceló, y su colección de cráneos de bóvidos además de un enorme cuerno de narval (el observador puede imaginar que está ante un cuerno de unicornio), Georg Baselitz y Susana Solano completan la muestra.
Es ésta una exposición pequeña pero sin duda muy interesante por lo que dice, pero también por lo que hace pensar al espectador cuando se asoma a la intimidad de los artistas. Más allá de la fama, la genialidad del artista, existe un ser humano con pasiones, miedos, ilusiones y sueños. Algunos de ellos se pueden ver estos días en Fundación La Caixa, Madrid. No conviene perdérsela, sin duda, pero hay que señalar los errores que hay en su rotulación. Relacionar, por ejemplo, la cultura Valdivia (Ecuador) con los mayas es un error muy grave que no debiera haberse producido, así como no dotar de información algunos objetos que bien pudieran ser una imitación o una pieza original. La Caixa siempre se caracteriza por un montaje de exposiciones modélico pero en esta ocasión falta un trabajo de documentación serio sobre algunas piezas que dan lugar a equívocos.
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